España es el quinto país donde se hacen más compras a través del móvil
La encuesta del INE sobre Equipamiento y uso de Tecnología de la Información y la Comunicación en los hogares, publicada ayer 3 de octubre, revela que dos de cada tres españoles de 16 a 74 años se conecta a diario a Internet.
La encuesta del INE sobre Equipamiento y uso de Tecnología de la Información y la Comunicación en los hogares, publicada ayer 3 de octubre, revela que dos de cada tres españoles de 16 a 74 años se conecta a diario a Internet. Son casi 23 millones de usuarios, lo que supone el 66,8% de la población incluida en el estudio. Si a esto añadimos que, según el mismo estudio, un 34% de los usuarios hace sus compras por Internet de forma habitual, y que el 50% de los encuestados ha realizado al menos una compra online en el último año, es evidente que para las empresas es imprescindible iniciar su camino hacia la evolución digital a paso acelerado.
Las acciones que realizan las empresas en el espacio digital y que resultan en una conversión, tienen un impacto cada vez mayor en la cuenta de resultados. Por su parte, en la medida en que adopta y/o es nativo de más y mejor tecnología, el usuario exige de las marcas no sólo contenidos atractivos y que le aporten valor de principio a fin en su ciclo de interacción, sino experiencias omnicanal personalizadas y memorables, que demuestren que las marcas prestan atención a toda la información que comparte con ellas de manera voluntaria.
Sabemos que el consumidor de hoy posee al menos cuatro dispositivos que usa para relacionarse con sus marcas. También que es un individuo en permanente cambio, a quien la Revolución Digital ha dotado del poder de cambiar los mercados y moldear los nuevos modelos de negocio. Por eso resulta sorprendente que aunque las cifras de m-commerce revelan que en 2015 las ventas a través del móvil crecieron en España un 68,8%, y que según el Informe de las apps 2015, éste es el quinto país del mundo dónde se hacen más compras a través del móvil, sólo el 26% de las empresas españolas (el 99,88% son pymes), cuenta con una aplicación de este tipo. Pero el asunto es que a los móviles se suman y se seguirán sumando dispositivos conectados, como los smartwatch, que son nuevos canales de comunicación y de contenidos que nuestros usuarios utilizarán y que podemos aprovechar para conducirlos a la conversión.
Hoy, lo analógico y lo digital se funden y nos cuesta imaginar algo sin su dimensión digital. El proceso de compra del neoconsumidor es uno de los mejores ejemplos de esta integración entre lo analógico y lo digital: el neoconsumidor unas veces investiga primero online y luego compra en la tienda, otras veces investiga primero en la tienda y luego compra online ya sea en su casa o en la misma tienda, y muchas veces dibuja su proceso de compra en el espacio digital pasando por distintos dispositivos.
Este comportamiento tan variable del neoconsumidor es la gran oportunidad de las organizaciones para conquistarlo a través de experiencias personalizadas y omnicanal que le hagan sentirse el centro de cada comunicación de la marca.
Como vimos la semana pasada en el Magnolia Amplify 2016, la evolución digital no es un destino, es un largo camino que hay que recorrer e implica saber dónde estamos y hacia dónde queremos llevar la empresa. También seleccionar los compañeros adecuados para la travesía y contar con una plataforma segura, flexible y escalable que pueda hacer frente a las demandas de un consumidor que evoluciona más rápido que la tecnología, y que a medida que la generación Z (los nacidos entre 1994 y 2010, totalmente nativos digitales) se incorpore al mercado de consumo, traerá nuevos cambios y nuevos modelos de negocio.
El espacio digital es donde se libra la batalla por el nuevo consumidor y donde, como en todo camino evolutivo, quien no se adapta, desaparece.